En un complejo proceso de reestructuración, un equipo de Brattle realizó análisis y el Asociado Senior, Dr. Fernando Bañez, testificó en nombre de Naviera Armas – una de las principales compañías de ferris en España que opera en las Islas Canarias – luego de que acreedores minoritarios impugnaran el plan de reestructuración de la empresa aprobado en 2023. Recientemente, la Audiencia Provincial de Las Palmas de Gran Canaria ratificó el plan de reestructuración de Naviera Armas, citando los análisis periciales de Brattle.

En 2023, Naviera Armas enfrentó serias dificultades financieras, lo que llevó a la aprobación de un plan de reestructuración por el Juzgado de lo Mercantil Nº 3 de Las Palmas. La compañía tenía una deuda cercana a los 600 millones de euros, compuesta por 441 millones en bonos garantizados, 58 millones en un préstamo puente de emergencia de los bonistas y 100 millones en préstamos bancarios y créditos con aval del Instituto de Crédito Oficial (ICO). El experto en reestructuraciones designado por el tribunal valoró la empresa en 403 millones de euros, lo que dejó a ciertos acreedores —como Banco Santander, CaixaBank, Banco Sabadell, el ICO y Acciona— “fuera del dinero”, es decir, sin posibilidad realista de recuperar su inversión bajo dicha valoración.

El despacho de abogados Garrigues defendió el plan de reestructuración durante el proceso judicial y, en 2024, contrató a Brattle para evaluar la razonabilidad del plan tras las objeciones de ciertos acreedores. Estos acreedores alegaban que la valoración de la empresa realizada por el experto designado por el tribunal era errónea —lo que resultaba en una quita excesiva de su deuda— y que la asignación de una parte del capital a la familia fundadora Armas por parte de los bonistas era injusta.

El equipo de Brattle —que, junto con el Dr. Bañez, incluyó a los Socios Dr. José Antonio García y Dr. Pedro Marín, así como al Asociado Piero Fortino— proporcionó apoyo pericial durante el proceso judicial, aportando análisis económicos y financieros sobre el plan de reestructuración y la valoración de la empresa del experto designado por el tribunal. Los análisis del equipo demostraron que las objeciones de los expertos de los acreedores carecían de fundamento y que, por lo tanto, el plan era sólido. El Dr. Bañez testificó en la audiencia en enero de 2025.

En su sentencia de marzo de 2025, la audiencia desestimó todos los argumentos presentados por los acreedores minoritarios en contra del plan. La sentencia concluyó que los informes periciales presentados en nombre de los acreedores carecían de credibilidad. Citando el testimonio de Brattle, la sentencia determinó que las quitas aplicadas a los acreedores minoritarios no eran excesivas, permitiendo que los bonistas de Naviera Armas —incluyendo JP Morgan, Barings, Bain Capital y otros— (a) tomaran el 100 % del control de la compañía y (b) asignaran voluntariamente un 6 % del capital a la familia Armas para garantizar la continuidad del negocio.

Además, la audiencia reafirmó que los acreedores “fuera del dinero” pueden enfrentar quitas totales en reestructuraciones no consensuales y que los bonistas tienen discrecionalidad para transmitir el capital que hayan recibido bajo el plan, siempre que la recepción originaria no haya afectado negativamente a otros acreedores.